¿Cuál es el camino para desarrollar la cultura preventiva?
¿Qué responder a esta pregunta formulada por una organización cualquiera que se plantea cuál es su camino para desarrollar la cultura preventiva? Si queremos entrar en detalles para que la respuesta sea de valor, la respuesta desde fuera de la organización es compleja. Incluso siendo expertos.
Pocas veces encontramos empresas que saben perfectamente lo que tienen que hacer, los pasos que tienen que dar, incluso el orden en el que han de hacerlo. Es decir han marcado un camino.
Es muy habitual, y desde luego comprensible, que una de las maneras en la que las empresas tratan de responderse es conociendo lo que han hecho otras organizaciones, para tener referencias de qué hacer.
Itinerarios marcados por un grupo empresarial
En el caso de empresas que pertenecen a un grupo multinacional, suele ocurrir que haya un itinerario establecido, y las empresas pertenecientes al grupo han de seguirlo. ¿Suerte? No lo tengo claro. Ya que en mi experiencia nunca se sigue exactamente ese itinerario. Incluso con frecuencia “chirria” en algunas cuestiones, ya que las culturas sociales y organizacionales de las empresas que lo componen son diferentes.
Es tan fuerte la peculiaridad de cada organización que aunque se opte por poner en práctica herramientas que han implantado otras, va a ser imposible que lo haga igual. Siempre va a haber diferencias. Esto se debería tener en cuenta y no siempre observo que ocurre en los grupos empresariales. El café para todos no encaja con la diversidad. Los camareros de las cafeterías lo saben muy bien
Pensar en las organizaciones como sistemas vivos
Opino que al igual que las personas, las organizaciones son también sistemas vivos, que aunque tienen elementos en común, sin embargo sus historias, circunstancias, contextos, experiencias, cultura, son diferentes. Es decir son Sistemas diferentes que reaccionan de forma particular.
Si lo vemos desde la perspectiva personal, que se debate también en estas cuestiones. Yo, al igual que muchas personas, me sigo haciendo a menudo la pregunta de cuál es el camino que he de seguir en mi vida para conseguir vivir cómo deseo. Porque no hay manual. Aunque hay referencias. Lo mismo ocurre en las organizaciones.
La búsqueda externa
Buscar referencias externas, para conocer aquello que a otros les sirve, puede dar una visión, pero en mi opinión es más importante centrarse en buscar cuál es el propio camino. Que no tiene por que seguir las pautas que han seguido otras organizaciones.
Cada organización tiene su propio guía interno, lo que se necesita es escucharlo con atención. Conocer bien cuál es su cultura, sus relaciones, su historia, sus experiencias y sus éxitos y fracasos.
Lo externo al servicio de lo interno
Podemos decir que para establecer el camino, es obvio que por un lado se necesita conocer qué es la cultura preventiva, cuáles son sus valores, que cambios implica, y a quienes, cuáles son los posibles procesos para alcanzarla, que implica cada uno, que impacto puede tener en la organización. Y por supuesto cuál es la situación actual en relación a las cuestiones indicadas. Los especialistas del desarrollo de la cultura preventiva podemos aportar este conocimiento.
Pero esto no vale para nada si por otro lado la organización y sus líderes no tienen mucha claridad de cuáles son las necesidades genuinas y específicas que tiene su organización, y que al satisfacerse van a ir consiguiendo desarrollar la cultura preventiva.
No subestimemos nuestra organización, pensando que nuestro camino hacia la cultura preventiva tiene que estar referenciado a lo que otros han hecho, porque creamos que no sabemos lo que hay que hacer.
Ser consciente de lo que sé y lo que no sé
Observo que esta es una tesitura habitual, en la que las empresas expresan que no saben que hacer, y lo entiendo. Porque piensan que la seguridad, la salud, son cosas de leyes y de expertos. En parte es así, pero sobre todo es una cuestión de liderazgo y cambio organizacional.
No hay nadie que conoce mejor una organización que los que trabajan en ella día a día. Los consultores hacemos lo que podemos con la información obviamente limitada, que podemos manejar. Podemos aportar cierta luz, posibilidades, cuestiones a tener en cuenta, información, incluso conocimiento.
La buena noticia es que las personas que conforman una organización son las que saben realmente lo que hay que hacer para desarrollar la cultura preventiva, tan solo hay que dedicar el esfuerzo para descubrirlo escuchando. Por ejemplo mediante un diagnóstico de cultura preventiva. Y en todo caso tener referencias que propongan posibilidades que puedan servir para no empezar de cero.
En Osarten podemos prestarte nuestra colaboración para que puedas conocer exactamente cuales son tus necesidades y encuentres el camino de tu organización en el desarrollo de la cultura preventiva. Si es así no dudes en contactar con mi compañero Igor López (619288048; iglopez@osarten.com) o conmigo mismo Martín Silva (674966441; msilva@osarten.com).
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