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Cómo ser un líder que genera seguridad psicológica (4): valora los desafíos, agradece a los colaboradores su valentía

En los cursos de «Comunicación e influencia para la seguridad, salud y bienestar en el trabajo», solemos encontrar que algunos líderes sienten “vértigo” a la hora de tener que confrontar los comportamientos inadecuados de los colaboradores. Algunos miembros de la línea de mando nos cuentan la presión adicional que sienten al “tener que ganar” la conversación. Estos momentos son una oportunidad para la seguridad psicológica.

Temas pendientes en seguridad: «Y lo mío ¿para cuando?»

Desde la empresa, se trasladan a los trabajadores peticiones, como por ejemplo cambios de comportamiento. En ocasiones, los colaboradores suelen demandar o reclamar aquellos temas pendientes que aún están por resolver. ¿Esto es un desafío o es un ataque?

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A menudo, sentirse desafiado es como sentirse atacado. El cerebro humano no distingue entre distintos tipos de amenazas. Ya se trate de un miembro del equipo que cuestiona la estrategia de negocio, de nuestro jefe que desaprueba nuestro informe trimestral o de un colaborador que no está de acuerdo con los plazos para corregir las situaciones de riesgo e implantar las medidas oportunas, el cerebro reacciona de la misma manera que lo haría si apareciera un tigre dientes de sable detrás de un arbusto: el corazón y la respiración se aceleran, la sangre se dirige a brazos y piernas y el córtex prefrontal se desconecta, tomando el «control» el sistema límbico.

Cerebro 3.0 en un entorno laboral 5.0

Estamos preparados para luchar o correr, no para razonar, pensar, analizar y mantener una conversación productiva. Nuestro sistema nervioso autónomo ha activado la respuesta de lucha-huida.

cultura preventiva

Lo que  en las cavernas era apropiado y necesario para nuestra supervivencia, hoy en el lugar de trabajo a menudo ya no es útil. Si nos dejamos llevar por una reacción automática de lucha, nuestros colaboradores aprenden que no es seguro hablar y en próximas situaciones guardarán silencio. A largo plazo, en lugar de una cultura positiva para la seguridad, salud y bienestar tendremos una cultura del silencio.

Recupera el control: tú eres el líder, también de tu cerebro

La clave para salir de una reacción automática es tomar conciencia de lo que te está pasando, hacer una pausa y buscar una respuesta a la situación, que sea más productiva. En lugar de huir del desafío reto o «achantar» a la persona, nos dirigimos hacia la persona y agradecemos  que haya tenido el valor de plantear lo que le preocupa.

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Esto se puede hacer aunque no estemos de acuerdo con la persona que nos desafía. Al apreciar su franqueza, animamos al resto de colaboradores a hablar también, lo que establece una cultura de respeto y honestidad. Obviamente que el desafío se realice manteniendo las formas de respeto y educación ayuda. Si el desafío se plantea con malos modos normalmente suele ser más complicado no engancharse con una respuesta automática.

Cinco claves para agradecer los desafíos

  • Reconoce lo que te ocurre. Cuando te desafíen, sé consciente de lo que te pasa por dentro. Observa tus pensamientos, sentimientos y tus reacciones corporales (aceleración del ritmo cardíaco, respiración superficial, manos sudorosas, calor, rubor, tensión, etc.). Suele ayudar etiquetarlo o ponerle nombre. por ejemplo, puedes decir internamente: «Me he sentido atacado» o «Se me acelera el corazón».
  • Haz una pausa y respira. Respirar profundamente activa el sistema nervioso parasimpático, el antagonista de la reacción simpática de lucha-huye-congela. Esta pausa da tiempo al córtex prefrontal para volver a tomar el control consciente.
  • Encara el desafío. En lugar de luchar contra el ataque o huir de él, intenta avanzar hacia el desafío. Ten en cuenta que tu reacción marcará la pauta para el futuro, respecto a la persona que te desafía y también respecto al resto del equipo.

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  • Valora y aprecia el desafío honesto. Separa el contenido del mensaje de desafío de la persona que te desafía. Puede que no estés de acuerdo en absoluto con el contenido del mensaje, pero aun así puedes apreciar la voluntad de la otra persona de hablar y decir lo que piensa y siente, reconociendo su valentía. Puedes decir algo así como: «Aunque lo veo de otra manera, aprecio tu franqueza»; «Gracias por tener el valor de hablar» y «Cuénteme más sobre su punto de vista». Las habilidades de autoapertura eficaz y escucha, pasiva y activa, que enseñamos en nuestros cursos y talleres son de aplicación en estos momentos.

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  • Conecta con la persona y tu relación con ella. Esfuérzate en mantener la conexión con la otra persona, al fin y al cabo sois líder y colaborador. No  te dejes llevar por tu biología y sufrir un secuestro emocional, haciendo que veas a la persona como tu enemigo. Suele ayudar recordar los valores y objetivos compartidos o el hecho de que es una persona que hace lo mejor que puede o sabe, lo mismo como tú. Si adoptas una posición de juez, un poco de compasión ayuda a recuperar la posición de iguales.

Recuerda que desde Osarten podemos ayudarte a mejorar tus habilidades emocionales y de comunicación como líder en seguridad, salud y bienestar. Contáctanos y te ayudaremos (Martín Silva 674966441; msilva@osarten.com; Igor López 619288048; iglopez@osarten.com).

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