14 de febrero ¿profesionales enamorados de la seguridad y salud en el trabajo?
Hoy, 14 de febrero, San Valentín, aprovecho el día de los enamorados como “coartada” para reflexionar sobre nuestra profesión y el estado emocional de los profesionales de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST).
Por profesionales de la Seguridad y Salud en el Trabajo me refiero a aquellas personas que trabajan como técnicos de prevención, o ejercen la medicina y la enfermería del trabajo en servicios de prevención ajenos, propios o mancomunados.
Hay otros profesionales de la SST que trabajan en otro tipo de instituciones, pero me voy a limitar aquellos profesionales que mejor conozco.
Profesionales de la SST ¿por vocación?
Cuando era niño y me preguntaban «¿Qué quieres ser de mayor?», mi respuesta no era técnico de prevención. Ni siquiera al elegir en bachillerato la opción de ciencias, lo hice guiado por vocación de dedicarme a la seguridad y salud en el trabajo.
Mi primera elección de estudios superiores fue estudiar ciencias químicas. Es verdad que por aquel entonces faltaban varios años para que la Ley 31/1995 viera la luz.
La PRL apareció en mi vida al terminar la carrera. Un profesor de mi Facultad me recomendó cambiar mis planes de doctorado por un martes de reciente creación y con mayores probabilidades de salidas profesionales.
Seguro que conoces a personas con una historia parecida a la mía. Quizá hayas vivido algo parecido en primera persona.
Conozco muy pocas personas que se dedican a la Prevención de Riesgos Laborales por vocación; muy pocas o ninguna. No conozco a ningún médico, DUE o técnico que desde pequeño o pequeña quisiera dedicarse a la seguridad y salud en el trabajo.
Hago desde aquí el siguiente llamamiento: si conocéis a algún profesional de la prevención, sanitario o técnico que lo sea por vocación, ponme en contacto con él o ella (iglopez@osarten.com).
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El roce hace el cariño
En mi caso, cuando empecé a estudiar el máster de PRL no fue un amor a primera vista; no fue un flechazo.
Más bien fue como cuando te presentan a una persona, la vas conociendo y notas que te gusta; cada vez te gusta más y … surge el “amor” o el “cariño”… a través del roce. Aún hoy en día, después de la Pandemia que nos dio un protagonismo no buscado, el roce en el ejercicio de nuestra profesión está prácticamente garantizado: roces con producción, operaciones, logística, mantenimiento, ingeniería…
Digámoslo claro, la Prevención de Riesgos Laborales, sexy, lo que se dice sexy, ser no es. Es muchas otras cosas que la hacen atractiva.
Si eres una persona inquieta y con curiosidad, el ámbito de actuación es amplísimo: reglamentación industrial, seguridad de máquinas e instalaciones, diseño de procesos seguros, sistemas de gestión, respuesta ante emergencias, ergonomía del trabajo, prevención de la exposición a contaminantes químicos, físicos o biológicos, epidemiología, rediseño de puestos de trabajo, liderazgo, comunicación, formación de adultos, relaciones laborales, derecho del trabajo, promoción de la salud, psicología, sociología, salud mental, relaciones humanas, cultura organizacional, etc. Garantía de no aburrirse.
Si eres una persona que te gusta tratar con personas, la PRL te va a dar la oportunidad de hacer un trabajo con y para las personas. La seguridad y salud en el trabajo no va de puestos de trabajo, va de personas y de cómo estas pueden desarrollar las tareas encomendadas y salir del trabajo en las mismas condiciones en las que entraron a trabajar.
Si eres una persona que te gusta aprender, vas a tener la oportunidad de formarte en temas que van más allá de lo que te enseñar en los másteres. Además, todos los días son diferentes y cuando crees que ya nada te puede sorprender, surge un nuevo tema para analizar.
Si te gustan los rompecabezas y resolver problemas, vas a tener la oportunidad de aplicar tu creatividad para proponer soluciones ingeniosas a desafíos ingenieriles.
Si eres una persona que le gusta el misterio y las novelas de detectives, te vas a poner las botas analizando e investigando incidentes, accidentes, near-misse, riesgos potenciales y todo tipo de sucesos.
A mí, el trabajo de un profesional de la SST me parece que es es muy interesante… aunque para algunos sea un “marrón”.
El riesgo del desamor está ahí
Tal vez, las personas y los agentes públicos y privados podemos hacer “algo” para que sea cada vez más interesante y hacer atractiva la profesión. La misión de técnicos, médicos y DUEs es importante y trasciende más allá del entorno laboral.
Quizá, parte del problema está en las condiciones en que ejercemos nuestra profesión… de manera que los pequeños “marroncillos” se pueden convertir en “marronazos”.
En algunos casos hay que tener mucho aguante. Conozco compañeros y compañeras que han abandonado la Prevención y se han reinventado en personal de producción, técnicos de mantenimiento, comerciales, profesoras de universidad, analistas y doctoras en Osakidetza, funcionarios del Gobierno Vasco,…
La Pandemia nos puso en el centro… del huracán
Cuando llegó la Pandemia del COVID-19, escuche en varias ocasiones que la pandemia nos iba a hacer mejores. También escuché que la labor de los profesionales de la seguridad y salud en el trabajo iba a hacer que “nos miraran con otros ojos”. Tengo la sensación que ni lo uno ni lo otro, a pesar de haber tenido que actualizar protocolos e implantar medidas preventivas de hoy para mañana.
La pandemia no nos ha hecho mejor personas de lo que éramos antes. Ni, en general, la PRL ha alcanzado en las empresas los niveles de consideración de otros ámbitos de gestión como Calidad, Comercial o Mantenimiento.
Muchos compañeros y compañeras aún se están recuperando del desgaste. La salud mental de los profesionales de la PRL es otro de los desafíos existentes. Con todo, no es difícil de entender que cueste encontrar profesionales con experiencia.
Faltan profesionales en el mercado laboral
La falta de profesionales sanitarios de SST no es novedad, viene ocurriendo desde hace años y en muchas especialidades sanitarias. Hoy esta falta de sanitarios del trabajo se ha extendido a especialidades técnicas.
La novedad es que comienzan a faltar profesionales de prevención, técnicos, con experiencia. En el Congreso de Osalan de 2023 la mesa “Servicios de prevención: los objetivos y acciones de los profesionales de la prevención”, en la que había representantes de diferentes servicios de prevención, entre ellos mi compañero, Zigor Artamendi, se habló de esta necesidad. Los servicios de prevención, en ese juego de la oferta y la demanda,empezamos a quitarnos los técnicos.
El relevo se va a ir complicando cada vez más. Muchas de las personas, al terminar su grado universitario, prefieren invertir su dinero en cursar un máster “de tecnologías aditivas de fabricación”, por ejemplo, que en un máster de prevención de riesgos laborales. La prensa que ha recibido la PRL no resulta atractiva.
A esto se suma los costes del máster y que los familiares de los candidatos a técnico han visto el lado oscuro de la PRL y prefieren que sus hijos e hijas cursen otro tipo de postgrados, con mejor proyección.
A pesar de todo lo anterior, de los malos ratos, de la falta de integración de la seguridad y salud, etc., en mi opinión, dedicarse a la seguridad y salud en el trabajo es gratificante, son más las luces que las sombras.Os invito, en la medida de vuestras posibilidades, de lo que esté en vuestra mano, a cambiar lo que no os guste de vuestro trabajo y a mantener y mejorar lo que os gusta.
Para que veas la trascendencia de nuestro oficio, te propongo un ejercicio: toma el índice de incidencia que había en tu organización cuando comenzaste a trabajar y el que hay ahora. Ha bajado ¿verdad? Haz números y calcula la cantidad de accidentes evitados… Se siente uno bien…¿ A que ahora estás un poco más enamorado de tu profesión?
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