¿Estás seguro de que pides? ¿o en realidad exiges?
He compartido en el post anterior, 10 claves para influir en los comportamientos, algunas cuestiones a tener en cuenta a la hora de influir un cambio de comportamiento y desarrollar la cultura preventiva, entre las que está expresar un mensaje claro, en el que los elementos principales sean el comportamiento observado, y lo que estoy sintiendo y necesitando, debido a que el comportamiento afecta a mis necesidades, a cosas que son importantes para mí, y que quiero salvaguardar.
Ahora vendría pedir algo específico, es decir las acciones que podrían satisfacer esas necesidades. Pero muchas veces crees que pides cuando en realidad exiges. ¿Cómo saberlo?
En el caso de comportamientos en materia de seguridad y salud, la que pides irá en la dirección de realizar un comportamiento que sea seguro. Pero ¿Cómo formulamos las peticiones para que los demás estén más dispuestos a responder de manera positiva a nuestras necesidades?
Aquí tienes algunos aspectos a considerar a la hora de hacer pedir un cambio:
1. Si pides, hazlo en lenguaje positivo.
Expresamos lo que sí pedimos que hagan, no lo que no queremos que hagan. ¿Qué puede hacer alguien cuando le dicen lo que no hay que hacer? Cuando le dices lo que no quieres que haga, puede confundirle en cuanto a qué es lo que se le está pidiendo en realidad, y además cuando las peticiones son negativas tienen más probabilidades de provocar resistencia.
Si mi petición es, por ejemplo: “no quiero que te quites las gafas de seguridad”, suena a una exigencia, y no transmite lo que yo quiero. Podría decir “para mi es importante que tus ojos estén protegidos frente a las proyecciones de virutas que puedes tener en tu puesto. ¿Podrías ponerte las gafas de seguridad?”
2. Pide acciones concretas.
Además, es importante que pidamos cosas concretas, que los otros pueden realizar. Y evitar frases vagas, abstractas o ambiguas.
Por ejemplo, si veo a una persona subiéndose a una zona de altura sin protección y le digo “solo te pido que empieces a mostrar un poco de responsabilidad. ¿Es pedir demasiado?”. No es algo específico. Porque en realidad, puede que lo que quieres decir es que haga lo que tú le digas. Lo cual sería pedirle obediencia más que responsabilidad. Sería mejor expresar exactamente qué es lo que quieres, es decir, que se mantenga protegido cuando suba a alturas.
3. Expresate de forma clara.
Cuanto más claros seamos sobre lo queremos es más probable que lo consigamos. Si lo formulamos con un lenguaje de acción, claro, afirmativo y concreto, revelaremos lo que verdaderamente queremos.
4. Si lo pides, es porque es factible
Lo que pedimos ha de ser factible. Si pedimos algo que es imposible es la mejor manera de no conseguir nada.
Recuerdo una empresa en la que querían implantar observaciones de comportamientos. Tenían una lista de los comportamientos sobre los que querían actuar en una serie de tareas. Antes de comenzar a entrenarles, les pedí que quería ver las tareas y los comportamientos que iban a pedir. En una de las tareas se pedía al trabajador que levantase las piezas que le llegaban por una cinta transportadora en movimiento, en lugar de arrastrarlas para colocarlas bien.
Sin embargo al observar la tarea pude ver que la mayoría de las piezas no venían independientes, sino que estaban unas encima de otras, en malas posiciones, etc. Por lo que lo único que podía hacer era arrastrarlas, ya que tenía que distanciarlas rápidamente por el movimiento de la cinta. Pedirle que las levantase era pedirle algo que no podía hacer, por lo que no tenía sentido. Había que analizar la causa de porqué ocurría esta situación y darle solución. Lo que se pretendía, era pedir algo imposible, que tapase el auténtico problema.
5. Da libertad
Pedir da libertad a la otra persona. Sin embargo, cuando las personas escuchan una exigencia, solo ven dos opciones: sumisión o rebelión. Y puede ser percibido como coerción, y la capacidad del que escucha de responder positivamente disminuye.
La cuestión es estar preparado para escuchar la respuesta del otro y empatizar con sus necesidades. La prueba de que nuestra petición era en realidad una exigencia estará en como respondemos si la otra persona no accede a nuestra petición. Si respondemos con crítica, juicios, etc. La petición era en realidad una exigencia.
Por ejemplo, si dices a un mando “me gustaría que participes en la investigación de este accidente”, parece una petición. Supongamos que el mando responde” estoy hasta arriba de trabajo, y tengo que sacarlo hoy”. Si respondes “ya veo que te importa muy poco la seguridad, como siempre lo más importante la producción”, tu petición era en realidad una exigencia. En lugar de empatizar con su necesidad de preservar su tiempo y su energía, le críticas.
Ejemplos de peticiones y no exigencias podrían ser: “¿Tendrías algún problema en…? “Me gustaría que…” “Me ayudaría que…”” ¿Podrías considerar …?”
Exigir o pedir el cumplimiento de normas
Hay personas que creen que cuando se trata de una norma de seguridad, no tiene sentido la petición. Sin embargo todos sabemos, incluso por experiencia propia, que las normas, aunque sea algo obligatorio, no siempre las cumplimos. Por lo tanto, siempre tenemos la libertad de cumplir o no una norma, aunque sepamos que puede tener consecuencias negativas para nosotros.
Por lo tanto el hecho de que haya una norma no significa que se cumpla per se. Si le exijo a alguien que cumpla una norma que no está cumpliendo, por ejemplo “ponte el casco”, corro el riesgo de que no me entere de las razones por las que no lo hace, ya que no dejo espacio para ello. Sin darme cuenta, seguramente, no estoy abierto a escuchar nada de la otra parte.
Sin embargo si le digo, por ejemplo “te pido que te mantengas usando el casco”, abro la posibilidad de que la otra persona pueda expresar sus razones y lo más importante, yo las escuche, y como he comentado, trate de entender cómo le afecta y también de mantenerme en mi necesidad de que haya un cambio en su comportamiento. Esto nos va a llevar a poder conseguir un cambio por conciencia, que es el duradero, y no por obediencia, fruto de la exigencia, y seguramente efímero.
¿Estás dispuesto a pedir en lugar de exigir y dar libertad a la otra parte, para poder entender sus razones y entrar en un diálogo constructivo?
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Referencias
Words That Work in Business, 2nd Edition: A Practical Guide to Effective Communication in the Workplace
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