cuidado

Cada vez me gusta más hablar del “Cuidado” como un valor a adquirir, mantener, desarrollar. Que es bidireccional, como casi todo en esta vida. Hacia mí mismo y hacia otros. Y digo otros, y no los demás, como a veces suele decirse. Ya que siendo honestos, puede ser que en realidad sea algo selectivo, y por tanto, mejor decir “otros”, que moja menos que decir “los demás”.

Yo utilizo mucho al expresarme los términos de seguridad y la salud, ya que parece que entre profesionales nos entendemos mejor, y que se refiere más al ámbito laboral, ya que así se ha venido utilizando.

Sin embargo, suelo observar que muchas personas se sienten más identificadas cuando hablo del autocuidado y el cuidado de los demás, es decir, el cuidado en general.  Ya que es algo que parece que incluye un amplio espectro de aspectos, y tiene que ver con acciones y comportamientos, más que un estado o una capacidad, como lo puede ser la seguridad y salud. Sobre todo en el caso de personas que no están expuestas a riesgos del ámbito de la seguridad, es decir de accidentes, sino de la salud.

Para mi el CUIDADO es un valor,

los resultados son la satisfacción de las necesidades de SEGURIDAD Y SALUD,

y la herramienta para conseguirlo es la PREVENCIÓN DE LOS RIESGOS que pueden afectar a estas necesidades.

cuidado de los demás

El cuidado de los demás

Este depende, creo yo, del nivel de conciencia que cada uno tiene de su propio cuidado, el autocuidado. De hecho en los tipos de cultura preventiva vemos que primero se desarrolla el tipo de cultura proactiva, cuyo resultado es el autocuidado principalmente y luego se pasa al tipo de cultura generativa, cuyo resultado suma al anterior, el cuidado de los demás (ver post de cultura proactiva y generativa).

Para mí, tiene todo el sentido, ya que si yo no considero importante cuidarme, parece que en realidad, es el cuidado el que no considero importante. Es lo que ocurre a muchas personas en el trabajo, que su compromiso con el cuidado es externo, no nace de dentro. Se limita a cumplir con las normas que pretenden cuidarle.

En esta situación, es fácil que no vea como necesidad cuidar de los demás. Lo vemos en muchas empresas en las que la cultura preventiva es reactiva o incluso sistemática.

Aunque, bien es verdad, que hay personas a las cuidamos más que a nosotros mismos, o lo haríamos en caso necesario. Esto para mi entraría en el cuidado de los demás, pero un “demás” selectivo. Que tiene que ver con la intensidad, intimidad e incondicionalidad de la relación. Por ejemplo familia y amigos. Por los que muchas veces decimos que nos cuidamos y tratamos de mantenernos seguros y saludables en nuestros puestos de trabajo.

Aunque a la larga, si cuidamos más de algunos otros, que de nosotros mismos, nuestra seguridad o nuestra salud se puede resentir, e incluso la relación.

La ecuación del cuidado

cuidado

Como expresaba en mi entrada “Cuidado con el cuidado”, la ecuación del cuidado tiene tres elementos:

1. me cuido (autocuidado),

2. te cuido (cuidado de los otros/as),

3. y la tercera parte, me dejo cuidar.

Por mucho que quieras cuidar a alguien si este no quiere ser cuidado, es difícil que se consiga.

En mi opinión hay dos cuestiones a tener en cuenta en esto último. Una es cómo ejercitamos el cuidado de otros. A veces no tenemos mucho “cuidado” haciéndolo. Y en lugar de cuidar puede parecer, por las formas en las que lo hacemos, acusar o juzgar. Incluso en algunos casos con una pizca de agresividad. Creo que también tenemos que aprender cómo podemos cuidar a los demás. Qué es lo que llega y qué es lo que causa rechazo. Estaría bien considerar la comunicación empática y conocer cuáles son sus necesidades.

La otra cuestión es que sería interesante que cada cual, fuéramos receptivos a las intenciones que otros nos manifiestan, queriéndonos cuidar. Y pudiéramos quitar “la paja”, y ver, que más haya de la forma en la que lo hacen, quieren cuidarnos. Dejar que nos cuiden, en realidad, es ser consecuentes con cuidarnos.

Creo que en las empresas debiera haber un compromiso conjunto y explícito en el que todos nos dejemos cuidar por cualquier persona de la organización. Atendiendo a sus comentarios y peticiones, ante situaciones en las que ven que podemos sufrir daños para nuestra seguridad y/o salud, como si de una conjura colectiva se tratara.

 

Digámonos y dejémonos decir, de forma más consciente de lo que lo solemos hacer, esas palabras que usamos a modo de despedida:

“cuídate”

Y comprometámonos con ello.

 

Desde Osarten hemos puesto en marcha diferentes iniciativas para aumentar la conciencia del cuidado. Además del blog, la Academia de Cultura Preventiva de Osarten tiene una programación de actividades con foco en las personas y la cultura preventiva.

Si quieres trabajar en la ecuación del cuidado para desarrollar la cultura preventiva de tu empresa puedes ponerte en contacto con mi compañero Igor López (619288048; iglopez@osarten.com)  o conmigo Martín Silva (674966441; msilva@osarten.com) y te acompañaremos en el viaje.

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