Incidentes sin lesiones ni daños a la salud : los grandes olvidados (I)
Si todos fuéramos realmente conscientes de la importancia de conocer e investigar los incidentes, me refiero a los que no han producido lesiones ni daños a la salud, podríamos avanzar con pasos de gigante en materia de seguridad y salud. Merece la pena recordar y considerar las ventajas que presentan. Voy a abordar en este post y el siguiente esta importante cuestión de los incidentes.
Incidentes
Quiero aclarar, que me voy a referir a estos, como los tipos de sucesos, que pudiendo haber causado lesiones y daños a la salud, no los han producido. Es decir, lo que personalmente siempre he llamado incidente, distinguiéndolo de accidente. Confieso que me cuesta adaptarme al cambio en la denominación que establece la ISO 45001, llamando accidentes tanto a los sucesos que han causado lesiones y daños a la salud, como a los que no lo han hecho, pero que en otras circunstancias podrían haberlos causado.
De forma coloquial los solemos llamar “un susto”, “una librada”, “por los pelos”. O en términos más técnicos “cuasi-accidente”, “accidente blanco” y en algunas organizaciones “near misses”.
La oportunidad que suponen
En mi opinión, una de las claves para una mejora significativa de la seguridad y la salud es considerar la importancia de los incidentes, como oportunidad para eliminar lesiones y enfermedades futuras. Se trata de sucesos que ya nos han mostrado su potencial de causar daño, sin haberlo hecho. Una suerte que esto sea así, y poder contar con tiempo para evitar lesiones y daños a la salud.
Las cuatro grandes ventajas
¿Cuál es la gran oportunidad que nos ofrecen los incidentes para mejorar la seguridad y salud laboral? En mi experiencia podemos decir que hay varios elementos que les proporcionan esa oportunidad única de cambio:
1. El que no haya habido consecuencias.
Esto hace sentir que hay una gran oportunidad para evitar que ocurra aquello que podía haber ocurrido. De que la vida nos avisa de que algo hemos de corregir, y encima nos ha dado el regalo de conservar la salud, en esta ocasión.
2. La aplastante evidencia de los hechos.
Ya no es necesario hablar de situaciones con riesgos, que puedan generar daños. Ya no hablamos de posibilidades, que pueden o no ocurrir, y que, por tanto, hace que a veces sea difícil de percibir y aceptar, por aquellos que están expuestos.
En este caso esto queda superado por la evidencia del incidente. No hay que convencer, discutir, negociar, recordar, etc., porque ya es un hecho, no una posibilidad. Ya ha ocurrido, no es tan solo algo potencial. Los incidentes aportan las evidencias que un riesgo no tiene, con el beneficio de no generar daños.
3. Sabemos que antes de un accidente, ha habido incidentes.
Es decir, suele haber muchas oportunidades, antes de que ocurra el accidente.
Más allá de lo que dicen estudios conocidos de la proporción en la que se dan los incidentes y los accidentes, con los que actualmente puede haber una cierta controversia en la comunidad técnica, tenemos la prueba de las evidencias. Esto nos debería de servir para dará aún más valor a los incidentes.
La experiencia corrobora que con frecuencia antes de que ocurra un accidente, se han dado incidentes, y situaciones similares. ¿Cuántas? Personalmente creo que no importa tanto. Lo que si me parece relevante es que no suele ser la primera vez.
Creo que podemos estar de acuerdo que, en muchos casos, existen todavía hábitos adquiridos de comportamientos inseguros, que para aquél que los hace son exitosos, ya que no ha sufrido accidentes. Y porque quizás, nadie alrededor ha hecho nada útil para cambiarlos. De tal forma que podemos hablar de muchos incidentes antes de que ocurra un accidente.
4. Los incidentes permiten evaluar su potencial de causar lesiones y daños.
Es evidente que no todos los incidentes tienen la misma gravedad potencial. Así como podemos aceptar que hay menos accidentes que incidentes, también podemos considerar que hay menos incidentes potencialmente graves de entre todos los que ocurren. Esto nos sirve si queremos utilizar los recursos de forma eficaz, centrándonos en dirigir los esfuerzos a analizar aquellos incidentes que realmente tienen potencial de causar daños importantes.
Por tanto, podríamos decir que conociendo los incidentes que ocurren, evaluando su potencial de causar lesiones y daños para la salud, y poniendo las medidas, al menos a aquellos que consideremos relevantes, para evitar que se conviertan en accidentes, podemos hacer una labor que produzca un salto cuántico en materia de seguridad y salud.
¿Entonces por qué aún son escasas las organizaciones que sacan partido de verdad a los incidentes?
Te propongo que mantengas el interés ya que en el próximo post voy a responder a esta pregunta, y también a qué se puede hacer para conocerlos y sacarles partido.
Si quieres mejorar los procesos de notificación e investigación de incidentes, no dudes en contactar con mi compañero (Igor López (619288048; iglopez@osarten.com) o conmigo mismo Martín Silva (674966441; msilva@osarten.com) y te podemos ayudar. También puedes ver nuestras formaciones en https://culturapreventivaosarten.com/servicios/formacion-entrenamiento
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