Integración de la prevención ¿ni está, ni se la espera?
Después de 26 años de la entrada en vigor de la Ley de Prevención de riesgos laborales y 25 años del Reglamento de los Servicios de Prevención, seguimos viendo demasiados Directores y mandos, que no han integrado la prevención en su gestión diaria ¿Cuál es la situación? ¿Has considerado los tres niveles de la integración de la prevención? En este post hago un repaso de la situación y planteo algunas consideraciones para integrar la prevención.
Cuál es la situación de la integración de la prevención
Estaría bien que hubiera datos oficiales, que pusieran de manifiesto esta situación, pero no los hay. Entre otras cosas porque la valoración de la efectividad de la integración de la prevención, de acuerdo con lo que establece el Real Decreto 39/1997, Reglamento de los Servicios de Prevención, ha de realizarse en las auditorias reglamentarias, por las empresas auditoras, e incluirse en las memorias anuales que los servicios de prevención están obligados a realizar de las empresas con las que tienen concertados sus servicios. Por lo que es difícil contar con datos consolidados, a nivel nacional.
Además, observo que normalmente en las herramientas que se utilizan para valorar la eficacia de la integración de la prevención, habitualmente se pregunta si la organización en su conjunto cuenta con actividades y documentación que pueda evidenciar la integración. Pero no suelen indagar en la pregunta clave de la integración, quién y cómo se gestiona la prevención.
Quién lidera la gestión de las actividades preventivas que se realizan. De forma, que se pueda valorar si la Dirección y la línea de mando asumen la gestión de la actividad preventiva que les corresponde de manera efectiva, tanto en las funciones de su nivel jerárquico, como en las actividades que gestionan y /o realizan. Por ejemplo, que la empresa cuente con un Plan anual de objetivos de prevención, no significa que integre la prevención, si estos no han sido elaborados por la Dirección y la línea de mando, sino por el Servicio de Prevención.
La integración de la prevención en los papeles
La integración de la prevención se ha terminado quedando, en muchos casos, en algo meramente formal. Por su puesto las empresas tienen su Plan de Prevención que según la ley es el documento para integrar la prevención en el sistema de gestión de la empresa, pero no nos basta con esto.
Es cierto, que normalmente nos encontramos que las funciones en prevención están establecidas en dicho Plan. En mi opinión suelen ser bastante generales, más orientadas a cumplir las obligaciones legales y menos al objetivo de integrar la prevención y desarrollar la cultura preventiva, en la empresa concreta. A menudo, olvidadas, por generales y poco trasladables a lo cotidiano.
También nos encontramos con procesos de gestión preventiva documentados en procedimientos e instrucciones (Ej.: Planificación de la Actividad Prevención, Inspecciones de seguridad, Investigación de accidentes e incidentes, Gestión de los cambios, etc.), en los que se establecen funciones específicas para las unidades de gestión involucradas, y también para roles concretos (Técnicos de Prevención, Mandos, etc.,). Incluso aquí, no suele observarse con claridad una “mirada de integración de la prevención”, y no suelen plasmar de forma clara el liderazgo necesario por parte de la línea de mando en los diversos procesos de prevención. Por el contrario, si se suele apreciar un exceso de presencia de los Técnicos de Prevención y el Servicio de Prevención.
Me asombra ver empresas que cuentan con un Sistema de Gestión de la Seguridad y salud en el trabajo, antes de acuerdo con OHSAS 18001 y ahora ISO 45001, certificado, en las que la integración real y efectiva brilla por su ausencia, ya que es el técnico de prevención el que lleva todo el peso del sistema, y los demás no saben ni lo que es ni dónde está.
Mientras no se haga una integración real, no se podrá crear cultura preventiva y los resultados en términos de accidentabilidad permanecerán estancados. ¿Estancados?
Integración de la prevención y evolución de la accidentabilidad
Si, así es. Compruebo, con más frecuencia de la que me gustaría, que muchas empresas llevan unos 10 años con los índices de incidencia estancados. Lo he visto en los datos de organizaciones, en los datos consolidados de grupos de empresas, como podría ser el de las empresas de nuestro mancomunado. Se repiten también para la CAV y también a nivel nacional.
Lo puedes ver en el siguiente gráfico de evolución del índice de incidencia a largo plazo que he construido con los datos oficiales, del sector industria tanto los de Osarten como los de la Comunidad autónoma del país vasco, como los datos a nivel nacional publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía.
Podemos ver claramente que en los últimos 8 a 10 años, más allá de situaciones de contexto, no hay una tendencia clara a la baja, sino más bien un estancamiento. Como si hubiéramos llegado a un punto en el que no se pudiera bajar más. Cuando en los años anteriores ha habido un descenso bastante claro y continuado. Quizás es que ya hemos mejorado mucho la seguridad en las condiciones de trabajo, hemos organizado la prevención, establecido normas, pautas, sistemas de gestión, hemos formado. A la vista de esta gráfica diría que para conseguir una reducción consistente necesitamos hacer otras cosas o hacerlas de manera diferente.
Creo que quizás el modelo de gestión de la seguridad liderado por los técnicos y servicios de prevención ya no da más. Hasta aquí se ha podido llegar, y para avanzar de forma consistente toca integrar, de verdad y en la práctica, la prevención en Dirección y línea de mando, asumir el liderazgo de la seguridad y salud por parte de estos y desarrollar la cultura preventiva.
El triple nivel de la integración de la prevención
En mi opinión, más allá de contar con todas las actividades y documentos necesarios para integrar la prevención, henos de plantearnos algunas cuestiones, que hagan que además de entender qué significa integrar la prevención, la asuman definitivamente y la lleven a la práctica.
Por eso considero que las siguientes cuestiones son importantes:
1. Que Dirección y línea de mando hagan un análisis de la necesidad de integrar la prevención.
Y en mi opinión hay tres niveles de integración:
a. En uno mismo. Si no integro la prevención en mí mismo, será difícil que pida que los demás la integren.
Esto supone revisar los riesgos que cada cual tiene en su trabajo, y ser consciente de ellos. Muchas veces Dirección y Mandos creen que solo los trabajadores tienen riesgos, y minimizan los que ellos pudieran tener. Sin embargo, puede que tengan menos riesgos para su seguridad, pero lo que si es cierto es que quizás tienen muchos más para su salud, en términos de ergonomía y psicosociología. Presión, estrés, carga de trabajo, etc. Es a partir de tomar conciencia de que cada uno ha de integrar la prevención en su propio trabajo, cuando puede sentirse coherente y honesto, pidiéndoselo a las personas de sus equipos.
b. En mi gestión. Esta es la parte que más se asocia a integrar la prevención.
Dirección y línea de mando gestionan actividades. Y esta gestión puede tener influencia en el mayor o menor grado de control sobre los riesgos de las personas de sus equipos y en que puedan trabajar con mayor o menor seguridad y salud.
En un Director de Producción parece que podemos ver con claridad que su gestión puede afectar al mayor o menor control de los riesgos por parte de las personas de su equipo y los trabajadores. También un Director Comercial, dependiendo el tipo de negocio, puede tener una influencia en la gestión de la seguridad y salud que se dé a los clientes. Pero es que además su gestión va a ayudar también al mayor o menor control de los riesgos por parte de las personas de sus equipos comerciales. Entornos de trabajo, medios de trabajo, formas de trabajar, etc.
c. En mi capacidad de influir en la cultura preventiva. Esta es la parte de la integración que hace de puente con el desarrollo de la cultura preventiva.
Cuando la Dirección y línea de mando integran la prevención en los dos niveles anteriores, es mucho más fácil que influyan en que las personas de sus equipos integren la prevención en ellas mismas y en sus actividades, y se vaya desarrollando la cultura preventiva. Hay actividades en las que la Dirección y Línea de mando puede hacer visible su compromiso con la integración de la prevención.
Es difícil si se hace este análisis que Dirección y línea de mando no vean la necesidad de integrar la prevención
2. Definir el grado de integración de la prevención.
Como se expresa en la guía sobre integración de la prevención del instituto nacional de seguridad y salud, el grado de integración tiene que ver con la mayor o menor autonomía de la dirección y línea de mando, respecto del servicio de prevención, para gestionar la prevención y tomar decisiones.
Es algo que debería analizarse para cada organización cada proceso preventivo y cada momento de la organización. Este creo que es un camino por recorrer, que ha de ir evolucionando, hacia un grado de autonomía cada vez mayor. Que dependerá de los recursos que la dirección y línea de mando tenga para contar con mayor autonomía y el grado de priorización que le den a la seguridad y salud, para incluirla en su gestión diaria. Siempre podrá haber un límite en la necesidad de un conocimiento especializado en seguridad y salud que en algunas cuestiones los técnicos de prevención aportan, y que dirección y mandos no van a tener.
Esto cambia el rol del técnico de prevención/servicio de prevención, cosa que abordaremos en algún momento en un post.
Finalmente he de poner en valor las empresas que si están integrando la prevención de riesgos laborales y que están desarrollando la cultura preventiva. Porque las hay , y afortunadamente cada vez más.
Para consultar más:
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