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Embajadores de cultura preventiva: los promotores internos de la seguridad en el trabajo.

multiplicador de cultura preventiva

Esta semana, dentro de la serie de posts dedicados a las herramientas y prácticas que se suelen implantar en organizaciones que quieren ir más allá del cumplimiento legal y buscan desarrollar una cultura preventiva positiva, hablaré de los “embajadores” de la cultura preventiva, aunque también reciben otros nombres.

Embajadores, multiplicadores, predicadores, misioneros de la cultura preventiva

La figura del embajador de cultura preventiva tiene la misión de favorecer y promocionar la cultura preventiva, habitualmente entre sus compañeros. Sería una especie de promotor de la cultura preventiva.

Normalmente, los embajadores son escogidos entre el colectivo de trabajadores de una sección o área y para un determinado tiempo, por ejemplo 12-18 meses. Trascurrido este tiempo, una nueva persona pasa a ejercer de embajador. De este modo, al cabo del tiempo, todas las personas habrán ejercido esta función y, lo más importante, tendrán un conocimiento práctico y profundo sobre de la cultura preventiva y la forma de desarrollarla en la organización.

embajador de cultura preventiva

Para ello, el multiplicador debe estar entrenado en las habilidades de relación que ha desplegar en su labor y, además, haber recibido una capacitación sobre las herramientas de cultura preventiva que debe aplicar.

Claves para la implantación de la figura del embajador de cultura preventiva

Desde un punto de vista pragmático, conozco pocas organizaciones que han entendido correctamente la figura del embajador y la han implantado con éxito en sus empresas. Algunas de las claves del éxito de estas implantaciones han sido:

  • La empresa tiene una cierta madurez preventiva. La SST esta perfectamente integrada en las actividades y funciones de la organización.
  • Los miembros de la línea de mando ejercen su liderazgo en SST y son percibidos como ejemplo de comportamiento. No tiene mucho sentido implantar la figura del embajador de cultura preventiva, si los mandos no ejercen de promotores de cultura preventiva.
  • Una duración de la formación teórico-práctica del embajador suficiente. Usualmente la duración suele ser de unas 45 horas, aunque pueden ser más.
  • Los contenidos de la formación del embajador están adaptados a las necesidades de la empresa y de la persona que va a ejercer este rol.
  • Las actividades que realiza el embajador de cultura preventiva no son las propias que tiene un mando respecto de sus colaboradores.

embajador de cultura preventiva

Los errores más comunes en la implantación de esta herramienta que he identificado son:

  • Utilizar al embajador como una forma de integrar la SST en la organización, sin antes haber integrado la SST en la línea de mando.
  • Escatimar la duración de la formación del embajador. Conozco una organización a la que la formación de 45 horas le parecía “una pérdida de tiempo” y decidieron que una formación de 8 horas sería suficiente. El resultado es que la implantación fue un fracaso, aunque mantienen la figura del embajador de cultura preventiva ya que es mandatory (obligatoria) en su grupo empresarial.
  • Mala comunicación de lo que es y lo que no es el papel del embajador. Esto, junto con una integración de la SST deficiente, suele generar la sensación de que la figura del embajador es un “escaqueo” por parte del mando en sus funciones de SST.
  • Mala coordinación de roles entre los delegados de prevención y los embajadores de cultura preventiva.
  • Pobre acompañamiento de las personas que ejercen de embajadores y deficiente seguimiento de los efectos de la figura del embajador en el colectivo de trabajadores.

Cuándo recurrir al embajador de cultura preventiva

He de confesar que no soy fan de implantar la figura del “embajador de cultura preventiva” en todos los casos. Primero recomiendo desarrollar el papel de la dirección y los mandos como líderes en seguridad y salud. Así, cuando la organización tiene una cultura preventiva proactiva y la línea de mando pasa de gestionar la SST a liderar la SST, puede ser el momento de implantar la figura del embajador de cultura preventiva como ayuda para alcanzar la cultura preventiva generativa.

Evolución de la cultura preventiva

Así el embajador contribuye a la interiorización de la seguridad y salud en el trabajo como un valor de la compañía, pero por sí sola no garantiza esta interiorización. Al tiempo otros elementos deben contribuir y transmitir que la seguridad y la salud son un Valor de la empresa. No tiene demasiado sentido implantar la figura del embajador en una empresa donde hay dificultades para resolver los problemas y eliminar los riesgos comunicados por los trabajadores a sus mandos. Tampoco tiene sentido cuando los trabajadores escuchan que “no hay dinero para seguridad” y no se realizan inversiones en la eliminación de peligros y mejora de las condiciones de trabajo.

Si tu organización está en una cultura preventiva proactiva y deseas implantar la figura del embajador de cultura preventiva, no dudes en contactar con mi compañero Martín Silva (674966441; msilva@osarten.com) o conmigo mismo (Igor López (619288048; iglopez@osarten.com) y te podemos ayudar.

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