Cuatro movimientos y cinco tipos de cultura preventiva: un regalo para el mundo y las organizaciones
En mi anterior post “Beethoven como inspiración para el desarrollo de la Cultura Preventiva”, dejé pendiente el análisis de la novena sinfonía en re menor, llamada Coral, como fuente de inspiración para el desarrollo de la cultura preventiva.
Esta sinfonía tiene muchas innovaciones para la época, como la introducción de la voz humana con solistas y coros, el cambio en la estructura de los movimientos, el uso de percusiones no utilizadas antes. Y algo sorprendente y que traspasa las limitaciones humanas, ya que la compuso estando sordo y dirigió su estreno con esa circunstancia. Es decir nace de un silencio profundo, en el que la supuesta limitación se convierte en un potencial ilimitado.
Voy a describir mi comprensión con el sentido de los movimientos de la sinfonía y compararla con el desarrollo de la cultura preventiva. Ya que, en mi opinión esta sinfonía marca el camino que como humanidad, como organizaciones y en concreto en el proceso de la cultura preventiva, se ha de dar, antes o después.
Me voy a basar en el modelo de cultura preventiva que utilizamos en Osarten, con cinco tipos de cultura preventiva y en los cuatro movimientos de la novena sinfonía.
Primer movimiento Allegro y Cultura Patológica
El comienzo de la sinfonía es para mí la compenetración con el silencio. De la misma manera que en la cultura patológica, la seguridad y la salud aún están silenciadas y es de aquí desde donde comienzan a emerger muy poco a poco.
En este nacimiento de una vida que en mi opinión sugiere el comienzo del movimiento y que también podría asemejarse al de la cultura preventiva, el silencio se rompe con los primeros acordes en re menor, que significan los primeros conflictos y sufrimientos. Al igual que los accidentes en esta etapa de la cultura preventiva son fuente de conflicto y sufrimiento, porque no se previenen, y cuando ocurren se busca el culpable.
Al avanzar el movimiento aparece una agradable melodía, que nos hace ver que detrás de todo este conflicto y sufrimiento, también hay una posibilidad de poner luz e ir transformándolo. Para mí esta melodía es la inspiración que nos da impulso para abrir camino entre la adversidad, sabiendo que puede ir transformándose. Al igual que ocurre cuando por una u otra razón, la seguridad y la salud comienza a abrirse camino.
Segundo movimiento Scherzo y Cultura Reactiva
De forma contraria a lo que era la estructura habitual de los movimientos de una sinfonía, en las que el adagio era el segundo movimiento y el scherzo el tercero, Beethoven cambia el orden. En sí mismo indica que quiere cambar el ritmo, introducir la energía y el movimiento lo antes posible.
Lo mismo ocurre con la cultura preventiva patológica, necesita lo antes posible de cambios que la hagan salir de su indiferencia.
El movimiento tiene una gran energía. Es una invitación a levantarnos y danzar. Salir de lo estático. Nos habla también de disfrutar y nos hace la vida más llevadera.
Asimismo, en la cultura reactiva, comienza a estar presente la prevención. Irrumpen los técnicos de prevención que tratan de hacer la vida más segura y saludables a las personas. Les invitan a moverse e incluir la prevención. A tratar de que la vean como algo necesario. Es un baile en el que una parte invita y a la otra le cuesta salir a bailar. Hay que insistirle, y transmitirle energía y pasión hacia ello.
Tercer movimiento Adagio y Cultura Sistemática
El tercer movimiento es el Adagio. Con una música para mi sublime. Que lleva a un viaje interior, que nos pone en contacto con nosotros mismos. Con lo más genuino, nuestras creencias, valores, sentimientos. Una música que busca ayudar a conseguir una transformación interior. Porque nos hace las grandes preguntas. Y es su respuesta honesta la que puede hacer que se produzca esta transformación y las personas puedan comenzar a abrirse y florecer.
Así mismo vemos que es en la cultura sistemática, cuando se dan las circunstancias para que se produzca una transformación. La que supone integrar la seguridad y la salud, en la gestión y en la ejecución en el día a día. Aquí se necesita esa música que es capaz de influir y tocar los corazones. Que necesita que la Dirección y línea de mando comiencen a seguir la música, e incluso a dirigirla y fomentar que los equipos la interpreten.
Cuarto movimiento Recitativo y Culturas Proactiva y Generativa
Tan solo cuando se ha producido la transformación de la persona, que pide el tercer movimiento, y se ha integrado en el interior, se puede llegar al cuarto movimiento.
Así mismo, solo cuando se ha producido una auténtica integración de la seguridad, la salud y el bienestar. Se practica un liderazgo transformador que fomenta la confianza, el empoderamiento y la participación, se sale del estancamiento y se retoma la reducción consistente y clara de los accidentes y enfermedades a niveles mínimos.
Este movimiento se caracteriza por la introducción de la voz humana. Es decir una presencia mayor de las personas, además de los músicos, se incorporan cantantes. Podríamos decir que las personas se convierten en el centro de la música.
Es lo mismo que se necesita para pasar a las culturas preventivas positivas, proactiva primero y generativa después. Colocar a las personas en el centro.
La incorporación de la voz en este cuarto movimiento es primero por parte de los solistas. Más individual. Al igual que en la cultura proactiva se caracteriza por el autocuidado. Se trata de una etapa más personal, en la que la seguridad, salud y bienestar se va erigiendo en un valor personal. La propia estima aumenta y el autocuidado es algo elegido y practicado.
Finalmente comienzan los coros en este último movimiento. Donde la oda a la alegría nos dirige a la libertad, a la apertura, y a la fraternidad como destino. Un canto que nos invita a fundirnos en un abrazo que no tenga fin. En la unidad.
Pasar a un Cultura Generativa, parecer ser el llamado a las organizaciones. Se caracteriza por el cuidado de los demás. La fraternidad llevada al campo de las organizaciones y materializada en acciones que supongan procurarnos cuidado unos a otros. En mi opinión, es el paso natural de la integración del autocuidado, en todos los procesos de la empresa, formales e informales.
Una llamada a la esperanza
Podemos ver, finalmente, que Beethoven propuso una visión a la que la humanidad puede llegar. Para lo que se necesita recorrer un camino, que está siendo largo, pero que es imparable y al que más y más personas se van uniendo.
Yo creo que esto también nos dice, que en esa parte de la humanidad que es una organización, también hay una visión en materia de seguridad, salud y bienestar que se puede alcanzar y que algunas organizaciones están tocando.
“Este beso al mundo entero”
(Friedrich von Schiller, 1785) (Forma parte de su poema Oda a la alegría, cantado en la novena sinfonía)
En Osarten podemos prestarte nuestra colaboración para trabajar codo con codo en el desarrollo de la cultura preventiva. Si es así no dudes en contactar con mi compañero Igor López (619288048; iglopez@osarten.com) o conmigo mismo Martín Silva (674966441; msilva@osarten.com).
Referencias
Para la redacción de este post me he inspirado en las palabras expresadas sobre Beethoven y sobre la novena sinfonía por:
- Iñigo Pirfano. Director de orquesta, speaker y escritor. Fundador de “A Kiss For All The World” un proyecto musical solidario que lleva, de manera desinteresada, la Novena Sinfonía de Beethoven a los colectivos más vulnerables del planeta con el fin de hacer realidad que sea Patrimonio de la Humanidad, tal y como fue declarada en el año 2003 por la UNESCO.
- Ramon Gener. Músico, humanista, escritor y speaker.
y por supuesto en la escucha de la novena sinfonía en re menor, Coral, de L.V. Beethoven. Recomiendo nuevamente las versiones de Herbert von Karajan con la Filarmónica de Berlin, Leonard Bernstein (interpretada tras la caída del muro de Berlin) , Riccardo Muti dirigiendo a la Chicago Symphony Orchestra,
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