No es mi pretensión en este post, entrar en el debate actual sobre la validez de los estudios de proporciones en la ocurrencia de accidentes e incidentes, cómo los de H.W. Heinrich (1) (1931), F. Bird (2) (1969), Tye & Pearson (1975), y otros etc. Tampoco en las afirmaciones de estudiosos de los accidentes fatales y catastróficos, que dicen que a menudo la secuencia de causas de estos es diferente a la de los accidentes menores.
Me voy a centrar en la obvia necesidad de contar con instrumentos que permitan predecir causas potenciales de accidentes, sobre todo de accidentes graves y fatales. Podríamos decir que es precisamente la evaluación de riesgos el instrumento adecuado. Sin embargo, en la práctica quizás sea algo estático. Una foto que se saca en un momento dado. Por lo que necesitamos otros complementos. Y uno de ellos, en mi opinión muy importarte, es el conocimiento y gestión de los incidentes. Leer más