¿Cuánto tiempo hace falta para cambiar un comportamiento inseguro? ¿21 días?
Neurológicamente hablando, el proceso de aprendizaje consiste en establecer nuevas conexiones entre neuronas. Así, sabemos que no es lo mismo adquirir un hábito seguro que sustituir un comportamiento inseguro por otro que sea seguro.
La neurociencia nos da algunas pistas sobre los procesos implicados y el tiempo necesario.
El proceso de adquirir un comportamiento (seguro)
Una vez tomada la decisión, la persona está lista para aprender una nueva conducta segura. Este comportamiento seguro, tiene carácter de habilidad a adquirir. Resumiendolo mucho se darían tres pasos:
- Aprender cómo hacerlo.
- Consolidar el aprendizaje
- Mantener los conocimientos y el comportamiento (seguro).
Escribo entre paréntesis () la palabra seguro para enfatizar que el comportamiento adquirido sería seguro y saludable, ya que el mismo proceso ocurriría para adquirir un comportamiento inseguro.
El proceso para sustituir un comportamiento (inseguro) por otro comportamiento (seguro)
Cuando nuestras conexiones neuronales no son “vírgenes” y partimos de un comportamiento inseguro ya adquirido, es necesario un paso inicial adicional. Lo primero que debe ocurrir es que las conexiones neuronales relativas al comportamiento inseguro vayan desapareciendo y se formen nuevas conexiones neuronales en relación con el nuevo comportamiento seguro.
Afortunadamente, el cerebro tiene mecanismos para desaprender. Lamentablemente el esfuerzo y los recursos que emplea en el desaprendizaje son mayores y, en general, conllevan más tiempo.
Las conexiones neuronales creadas deben consolidarse. Cada vez que la persona realiza el nuevo comportamiento seguro se produce esta consolidación, de forma que el comportamiento requiere menos y menos esfuerzo con cada repetición y se vuelve más y más natural.
¿Cuántas repeticiones son necesarias? ¿Cuántas veces?…
¿Cuántos días hacen falta para cambiar un comportamiento?
No hay una respuesta sobre el tiempo necesario para que un nuevo comportamiento segursa se realice de forma fácil y natural. Lally colaboradores (1) señalan que el proceso puede llevar desde algunas horas hasta algunos meses, dependiendo de la dificultad del comportamiento y del contexto.
¿21 días?
Varios autores refieren que se necesitan 21 días. Esta cifra está extendida entre el público en general y el imaginario colectivo. Una muestra de esto es el programa de televisión «21 días» (canal Cuatro) presentado por Samanta Villar (temporadas 1 y 2), Adela Úcar (temporadas 2, 3, 4, 5 y 6) y Meritxell Martorell (temporada (7).
Hay pocos estudios científicos que se hayan centrado en el tiempo para adquirir un nuevo hábito; parte de la dificultad radica en el gran número de variaciones en relación con el contexto y la dificultad del comportamiento.
Muchos estudios (2) se centran en los factores y/o estructuras cerebrales implicadas en la adquisición de un nuevo hábito, particularmente cuanto éste está relacionado con la salud comos son los hábitos alimenticios y de actividad física (1). En este trabajo se indican que los participantes en el estudio necesitaron entre 18 y 254 días para adquirir el automatismo de comer una cierta cantidad de fruta al día o realizar ejercicio. El valor promedio estaba en 66 días, sin embargo el valor de la desviación estándar de la muestra era alto.
Los «famosos» 21 días parece ser que se citaron por primera vez en 1960 en el bestseller (3) de Maxwell Maltz (la última edición que he visto es de 2015). Maltz (-1975), médico y cirujano estético, sostenía que las personas tardan una media de 21 días en acostumbrarse a su nuevo aspecto después de una operación estética, dejar de sentir el «miembro fantasma» después de una amputación o acostumbrarse a una nueva casa después de una mudanza.
Esta cifra de 21 días o tres semanas la podemos encontrar en publicaciones de desarrollo personal.
No creo que se tarden 21 días en cambiar un comportamiento
Quizá algún cambio de hábito se pueda logar en 21 días o menos pero sospecho que debido a la variabilidad del entorno y contexto señalada por Lally y colaboradores y a la dificultad que conlleva eliminar conexiones neuronales para «olvidar» comportamientos inseguros repetidos varias veces durante tiempo el cambio de un comportamiento inseguro o de riesgo por uno seguro y saludable cueste bastante más. Por otro lado, no he encontrado ningún otro estudio comportamental o de neurociencia que confirme los 21 días (Si tú lo conoces te agradecería que me lo indiques, iglopez@osarten.com).
La clave está en el contexto y la motivación
Como comentaba al principio de este post, la consolidación del nuevo hábito depende de la repetición de gestos o comportamientos que se han aprendido en un contexto o entorno determinado. La ciencia nos indica que el peso del contexto en esta fase de consolidación de comportamiento es brutal (4).
Adoptar un nuevo comportamiento requiere una intención motivada, que ésto llegue a consolidarse como un hábito depende en gran medida del contexto en el que de desarrolle. En las intervenciones de BBS o seguridad basada en la conducta*, debemos diseñar la intervención de manera que sea posible sistematizar la repetición de comportamientos en el lugar de trabajo.
la consolidación de los comportamientos se acelera mediante el diseño de espacios específicos para ellos y convertir estos comportamientos en rituales. En resumen, mismo contexto, mismas prácticas.
Si quieres que te ayudemos a diseñar e implantar tus iniciativas de BBS, no dudes en contactar con mi compañero Martín Silva (674966441; msilva@osarten.com) o conmigo (619288048;iglopez@osarten.com) y analizaremos tu caso.
Para saber más:
(1) Lally, P., Van Jaarsveld, C., Potts, H. & Wardle, J. How are habits formed: modelling habit formation in the real world. 40(6), Octubre, 2010). European Journal of Social Psychology.
(2) Smith, K. & Graybiel, A. Habit formation. Dialogues in Clinical Neuroscience. Marzo 2016, págs. 33-34.
(3). Maltz, M. Psycho-Cybernetics: updated and expanded. 2015.Souvenir Press. Londres.
(4) Wood W., Guerrero-Witt, M. & Tam L. Changing circumstances, disrupting habits. Julio 2005, 88(6) Pág. 918-933. Journal of Personality and Social Psychology.
*NOTA: Puedes leer otros artículos sobre BBS (1,2, 3 y 4) publicados en este blog.
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