10 claves para influir en los comportamientos
He tratado de destilar en este post, las reflexiones y prácticas, que en mi experiencia, nos ayudan a estar más conscientes y presentes, cuando queremos influir en un comportamiento, y poder ser más eficaces. Están basadas en la relación entre el lenguaje y el comportamiento humano.
Influir supone estar abierto a que el otro no quiera ser influido, sino sería imponer.
Para influir es importante, como dice Enric Lladó (1) que estés dispuesto a dejarte influir.
Cuando quieres influir en un comportamiento, cualquiera que sea el ámbito, y en concreto en el ámbito de la seguridad y salud, ten en consideración lo siguiente:
1. Cuando no “acepto” el comportamiento de alguien por ser inseguro “el problema” lo tengo yo.
Thomas Gordon (2) dice que cuando observamos el comportamiento de alguien con el que interactuamos de alguna manera, ocurre que sin darnos cuenta “aceptamos” o “no aceptamos” el comportamiento, y tenemos sentimientos al respecto.
Cuando no aceptamos un comportamiento por ser inseguro, lo hacemos porque nos afecta. ¿En qué? En nuestras necesidades, en cosas importantes. Puede ser porque el Cuidado está entre nuestros valores y principios y por tanto no quiero que a una persona le pase algo si se puede evitar. Es decir, afecta quizás a mi necesidad de seguridad y tranquilidad. También puede afectarme en otras necesidades que quedan insatisfechas con ese comportamiento como pueden ser: trabajar con confianza, colaboración en las cuestiones de seguridad, respeto a las normas, cumplir con mi función y responsabilidad si soy un mando, responsabilidades legales si soy su jefe, etc.
Si la otra persona está haciendo lo que hace es porque no le supone u problema o no lo suficiente como para cambiar. Por tanto todas las formas de intentar que cambie, que le digan que tiene un problema, van a generar resistencia, porque no entiende que lo tenga. Estas formas habituales de confrontar comportamientos para influir en su cambio no son eficaces. El otro no entiende por qué tiene que cambiar, porque no hay un problema para él.
2. No usar palabras que bloquean.
Hay palabras que si las usas con la pretensión de influir, va a generar resistencia, incomodidad, en el interlocutor. Sobre todo si usas juicios y evaluaciones del comportamiento del otro, y sobre todo si es de la persona. Amenazas, órdenes, sermones, juicios, críticas, interpretaciones prejuiciosas, etc., crean de forma directa resistencia y cerrazón al cambio.
3. Expresar los hechos observables.
Los comportamientos son algo observable, no son adivinaciones. Un comportamiento es lo que se hace o se dice. Es observable. No es una percepción o una valoración. Por tanto, si queremos influir sobre un comportamiento, lo expresaremos en base a los hechos, y evitaremos incluir juicios y evaluaciones. Un hecho no es refutable, ni discutible, una evaluación o un juicio sí.
4. Saber qué necesito.
Para influir es muy importante que identifique muy bien cuales son mis necesidades afectadas por el comportamiento que no acepto de la persona con la que interactuó. Que ponga palabras a aquello en lo que me afecta, aquello que pone en riesgo que es importante para mí. Si me mantengo centrado en lo que necesito es más fácil que pueda mantenerme calmado y presente, en lugar de dejarme llevar por las emociones sin control.
5. Hacerme entender.
Para influir en el comportamiento de otro he de darle toda la información que le permita entender las razones por las que no lo acepto, es decir cómo me afecta lo que hace y que es lo que le pido. Es decir ser claro y auténtico.
6. Usar Mensajes Yo.
Desde el punto de vista formal es interesante utilizar los Mensajes Yo, es decir hablar de mi experiencia interna. Marshall Rosenberg (3) nos habla de los cuatro componentes de la comunicación: expresar el comportamiento que he observado, las razones por las que no lo acepto, es decir mis necesidades. cómo me siento con esta situación, y lo que le pido que haga para que mis necesidades puedan verse satisfechas.
7. Preparado para la resistencia.
Hay que estar preparado a la resistencia. Al fin y al cabo yo pido un cambio y los humanos, en un 75%, nos resistimos a cambiar lo que hacemos y cómo lo hacemos. Por lo que es bastante ingenuo molestarse por recibir resistencia. Sería raro no recibirla. Pero sí que puedo estar preparado para gestionarla. La forma más inteligente de gestionar la resistencia es la escucha. Un tipo de escucha que se llama escucha activa o empática.
La capacidad de influir está muy relacionada con la capacidad de saber gestionar de forma constructiva y empática la resistencia que produce en el otro el cambio que le pido.
8. Interés genuino por entender al otro.
También debo estar interesado en entender como el cambio que yo pido afecta a las necesidades del otro, a cosas que no quiere perder, que son importantes. Mostrar empatía, para entenderle, aunque no esté de acuerdo.
9. Si escuchas, te escucharán.
Es importante que no me quede anclado en el desacuerdo y vaya más allá, buscando el entendimiento en las necesidades que están en juego por ambas partes. Y si escuchamos con empatía, el otro nos escuchará. Significa entender también sus sentimientos y poderlos aceptar.
10. Mantener el estilo de comunicación.
Finalmente si me mantengo en esta actitud, y estilo de comunicación llegaremos poder satisfacer nuestras mutuas necesidades y generar los cambios oportunos en los comportamientos.
Si quieres profundizar en conocer habilidades para afrontar con seguridad y eficacia la resistencia al cambio que nos encontramos, como es de esperar, en seguridad y salud laboral, te invito al Curso que vamos a ofrecer los próximos 20, 27 de junio y 4 de julio. Para más información puedes consultar el programa aquí.
Y si quieres inscribirte aquí lo puedes hacer.
(1) Enric Lladó. “Tocar con palabras” Editorial Kolima 2021
(2) Dr. Thomas Gordon https://www.gordontraining.com/
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